LA MAGICA RUEDA DEL AÑO

Cada cosa tiene su momento. Fíjate cuando el invierno asoma y la oscuridad inunda las cosas porque el sol está en su momento más bajo. Es momento de mirar hacia adentro, volver a casa y descansar. El frio de las primeras nieves te invita a disfrutar del calor del hogar. Estos son momentos de compartir en familia frente al fuego, lo que has cosechado durante el año. 

Llega febrero y hay que preparar.se. La primavera se acerca anunciando la llegada del sol y todo comenzará de nuevo. Es hora de preparar el terreno para empezar a sembrar. Marzo ha llegado, avisando de que es el momento de ponerse en marcha y sembrar. Los primeros rallos de sol aparecen y las flores empiezan a dejarse ver, inundando de color y frescos aromas todo aquello que el invierno había oscurecido.  Ha llegado el momento de empezar a sembrar ya que...

En abril aguas mil… al entrar pero no al salir. Agua que regará las semillas que la luna ayudó a plantar. En menguante para enraizar y en creciente para brotar, con más fuerza y rapidez. Mayo ha llegado con explosión de color y frescos aromas. Las flores ya están aquí. Es momento de celebrar que la vida ha comenzado de nuevo y pronto veremos sus frutos.  Fertilidad que habrá que abonar.

Los días pasan y el verano se acerca.  En junio el sol brilla con más fuerza y comienza la función, ya que con su calor nos dará la vida. Llega el solsticio de verano y con él el punto de esplendor solar. Le sigue Julio y el trabajo va llegando a su fin. Preparando los bártulos que en agosto vamos a necesitar. Ya que agosto nos mantendrá ocupados. Es momento de recoger la primera cosecha del año y celebrar.  Sol, vida, bullicio, compartir y celebrar.

Septiembre se acerca y con él el otoño asoma. Pronto las hojas caerán y la segunda cosecha habrá que recoger. En octubre empieza otra etapa, que anuncia el fin del esplendor, cuando el sol comienza a apagarse.  Y la última cosecha del año tendrás que recoger. Para que cuando llegue noviembre las gracias podamos dar por los frutos obtenidos. Por estar vivos, gracias a los que se fueron. Y por haber conseguido lo insuficiente para pasar el invierno, que ya está llamando a la puerta.

Diciembre ya llegó con su manto de frio y oscuridad. Es momento de mirar hacia adentro,  porque la luz se ha ido. Pero llega enero con la promesa de que renacerá y todo empezará de nuevo.

En cada estación una función, en cada temporada una morada y cada día una alegría.

Cambios y más cambios. Principios y finales que se suceden en esta mágica rueda del año.

• Luz y oscuridad.
• Compañía y soledad.
• Trabajo y descanso.

Pero en todo… hay que compartir y trabajar en equipo, porque 

• Sin tierra no hay semillas.
• Sin agua ni hay cosecha
• Sin luz no hay vida.

Y sin unión no hay solución.

De verdad... ¿no ves la magia de la vida en todo esto? ¿Puedes ver cómo los ciclos de la vida, te dicen que hacer en cada momento? Todo es un reloj en perfecta sincronía, haciendo que la vida siempre sea vida.

Vivimos en una esfera que flota en el espacio, rodeada de agua que no se cae y que a su vez, gira y gira sin cesar. Dando la oportunidad de empezar de nuevo una y otra vez. ¿Y tú no crees en la magia?

En serio. Si eso no es magia, dime tu lo que es.

Magic life. Nuria Silva.

 DTB.