COMO DEFINIR TUS OBJETIVOS CON CALRIDAD

¿Quieres moverte y no sabes hacia donde? Tu vida no es como la habías imaginado y quieres un cambio, pero no sabes que hacer, por donde empezar o como salir de la encrucijada en la que te encuentras. Pues veamos que podemos hacer.

En primer lugar el reto es definir tus metas. Pero se coherente con lo que escribas. No sirve que pongas salud, dinero y amor. Debes saber que es exactamente lo que quieres. Si te resulta difícil, cosa que al principio es muy normal, te sugiero que escribas que es lo que no quieres y que luego le des la vuelta.

Por ejemplo. Escribe todo de lo que te quejas al cabo del día. Luego inviértelo.

1. No tengo tiempo para hacer todo lo que quiero - Tener tiempo libre para disfrutar de los pequeños placeres de la vida, como ir al cine, tomar algo con los amigos, o simplemente descansar.
2. No tengo dinero para pagar mis facturas – Tener dinero suficiente para vivir la vida que quiero.
3. No tengo pareja. – Encontrar una persona con la que compartir mi vida.
4. Me siento solo – Me apetece estar con gente con la que compartir mi tiempo libre. Disfrutar de los verdaderos amigos que me apoyan y me alegran la vida.
5. No encuentro trabajo. – Un trabajo con el que disfrute, me lo pase bien y gane el dinero que deseo.

¿Me sigues? A veces es mas fácil saber lo que no quieres, que definir con exactitud lo que sí quieres. Pero no te agobies porque esto te llevará tiempo. Perfilar con claridad tus verdaderas necesidades no es una tarea fácil, así que tómate tu tiempo. Una vez que identifiques tus metas, escríbelas en un papel para crear tu boceto del mapa. Hazlo en presente y con expresiones positivas.

El segundo paso es comprobar que realmente eso es lo que quieres, así que te recomiendo que te preguntes. ¿Es cierto al 100% que esto es lo que quiero? Si la respuesta es afirmativa, pasa a la segunda pregunta. ¿Para que quiero yo esto? O ¿Por qué lo quiero? Cuando le das un sentido a tus metas, les estas dando fuerza y claridad.

Cuando planificas un viaje, lo haces buscando algo concreto. Te decides por un destino u otro en función de lo que te gusta para cubrir tus necesidades. Eso es lo que te realmente te motiva para no rendirte a mitad de camino. Fijando la meta es más fácil que llegues a ella que cuando lo dejamos en el aire y divagamos.

Bien, ahora que ya sabes lo que quieres y porque, el tercer paso es que te preguntes. ¿Estoy dispuesto a aceptar la responsabilidad que esto conlleva? A veces queremos cosas pero no es del todo cierto. Solo queremos una parte porque hay otras que nos desagradan y eso te mantiene en un vaivén constante. Ahora lo quiero, ahora no. Nuestro genio de los deseos se vuelve loco y no sabe si dártelo, quedárselo o darte una patada en el trasero para que no lo marees.

Necesitas estar dispuesto a aceptar todo lo que conlleva el poseerlo. Por ejemplo si quieres un puesto de trabajo en el que ganes más dinero, tendrás que asumir más responsabilidades y trabajar más horas. ¿Realmente estas dispuesto a ello? Esas son preguntas que habitualmente nos pasamos por alto y son sumamente poderosas y lo suficientemente esclarecedoras como para encontrar la respuesta de porque no tenemos lo que queremos.

Si finalmente has respondido favorablemente a todas las cuestiones, es que ya tienes tus metas lo suficientemente claras y el GPS reprogramado. Creo que ha llegado la hora de ponerse las pilas y salir ahí fuera a conseguirlo. El como hacerlo te lo mostraré en el próximo articulo.

Espero que te resulte útil. Un abrazo, Nuria.