MAGIA NATURAL

Desde que tengo uso de razón, siempre me ha llamado la atención las cosas del mundo natural. Por eso, me considero una fiel observadora de todo cuanto acontece en este mágico lugar. Siempre tiendo a mirar más allá de la evidencia, prestando atención, a cosas que suelen pasar inadvertidas  para el resto.

Veo como la vida sucede sin esfuerzo, en ciclos que se repiten una y otra vez. Veo como todo comienza y termina cada día, para volver a empezar de nuevo en una rueda que no tiene fin y como las estaciones marcan los ritmos de la vida, aunque nosotros nos empeñemos en cambiar.

Veo como el sol, cuando asoma al amanecer, nos da vida y calor, iluminando a su paso, todo cuanto hay.  Y también veo a la luna crecer y menguar, iluminando las noches más oscuras cuando brilla en su máximo esplendor, para luego desaparecer en el cielo semanas más tarde, antes de volver a salir, dando paso a secuencias de luz y oscuridad, que dan lugar a los meses del año y recordándonos las fases de crecer, madurar y morir, para luego poder renacer y comenzar de nuevo. Y los veas o no… ellos siempre están ahí cumpliendo su función. Como la vida misma, en la que todo nace, crece y muere, una y otra vez.

Como decía Waine Dyer en la vida hay 3 fases: el amanecer, el atardecer y el anochecer de la vida. La forma en la que vemos las cosas en cada fase de la vida, cambia según nos acercamos al anochecer de la vida. Piénsalo. Lo que necesitamos en la niñez no es lo mismo que en la juventud, ni se parece en nada a las prioridades que tenemos en la madurez.

Veo como el agua de un rio fluye libremente, mientras sortea las piedras que encuentra a su paso, consiguiendo su objetivo a pesar de los obstáculos, que es llegar al mar. Pasando de ser algo pequeño, a convertirse en una inmensidad. No importa que tenga que atravesar montañas y formar ríos, mares u océanos. No importa su forma, que sea vapor, hielo, o lluvia, que aunque cambie su estado, el agua seguirá siendo agua por siempre jamás. En esencia, sigue siendo lo mismo, algo imprescindible para que exista vida. Y siempre cumple su función.

Veo como la tierra, pilar fundamental, se convierte en el sustento de nuestra existencia y también en el soporte la vida. Veo como un árbol emana de la tierra, y veo cómo en ocasiones a pesar de ser talado, es capaz de renacer  Para mí y para el que lo sepa ver, esto es una gran lección.

Un árbol es mucho más que lo que podemos ver. Lo que nos muestra un árbol o una planta, es solo la mitad de lo que es. Y cuando su parte oculta, llámalo raíces o cimientos, es más fuerte que su parte visible, como su tronco, sus ramas, sus hojas, sus flores o sus frutos…

Cuando su conexión con el soporte de la vida es más fuerte que con la apariencia, que suele ser aparentemente la parte más bella, no queda más opción que empezar a crecer de nuevo y con más fuerza que antes.

A pesar de los inconvenientes y de los acontecimientos externos, el árbol es capaz de renacer y resurgir como el ave fénix, de sus cenizas y además, es capaz de no dar importancia a lo que le ha sucedido, simplemente fluye con  la vida y comienza a crecer de nuevo. No juzga ni piensa en porque le suceden esas cosas, o que he hecho él para mecer esto. Simplemente vuelve a crecer y a regalar lo más importante que tenemos. Oxígeno, para que el resto de seres vivos, continuemos vivos.

¿No te parece eso un gesto de amor incondicional? Es capaz de dar sin esperar nada a cambio. Es simplemente genial y mágico.

Los pulmones del planeta, son seres mágicos. Ya que por si no fuera suficiente, con su entrega desinteresada, también son capaces de dar cobijo a duendecillos y otros seres vivos, que velan por mantener la magia natural.

También sirven para ayudarnos a mejorar nuestras comodidades humanas. Y cuando te sientes mal, angustiado, estresado, cansado o desbordado… si te abrazas a uno, él se encargará de liberarte y hacerte sentir mejor, sin pedirte nada a cambio. Hasta te inundará con su energía, propiedades y su fuerza, y repito… sin pedir nada a cambio. Cuando abrazas un árbol, estás abrazando a la vida.

Veo como la vida baila al compás del viento, cuando toca su canción. Como una flor se abre al amanecer llena de gotas de rocío, con la luz del sol y como se cierra cuando la luna se acerca. Simplemente mágico.

Y yo me pregunto… ¿alguna vez conseguiremos vivir en armonía con todo esto? ¿Lograremos hacer la vida tan simple y mágica como lo hacen ellos?

¿Qué opinas tú? Me encantará leer tus comentarios.

Magic Life  - Nuria Silva. -

DTB.

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