Llevas tiempo dándole vueltas a eso que tanto te apasiona, esa idea que te ronda en la cabeza y que no te deja dormir, así que has decidido ponerte en marcha y llevarla a cabo. Te subes en el coche, arrancas… y lo que al principio parecía tan sencillo se convierte en tu peor pesadilla. Solo te encuentras con un montón de obstáculos que te impiden avanzar. Demasiada información que no eres capaz de procesar y sin darte cuenta estás en medio de un tremendo caos. Te entra el pánico y piensas… ¡Me rindo voy a tirar la toalla!
Déjame que te diga algo… ¡Ni de broma! Tirar la toalla no es una opción. Tómate un descanso, vete a un lugar tranquilo donde aclarar tus ideas y coge aire. Lo que ocurre a tu alrededor, solo es un reflejo de lo que hay en tu interior. Así que vamos a tomarnos las cosas con calma y sobre todo a ponerlas en orden. La paciencia es una virtud que no debes perder. Además piensa que… cuantas más piedras encuentres en tu camino, más grande podrás hacer tu castillo.
Tu voluntad apunta en una sola dirección y tiene un solo objetivo. No lo pierdas de vista, porque esa es tu meta. Solo necesitas deshacerte del equipaje que no te sirve, así el viaje se hará más llevadero. Quizás te hayas desviado de la ruta, pero nada que un buen GPS no pueda solucionar.
Piensa unos segundos y contesta a estas preguntas:
Recuerda que en esta vida hay que ser prácticos, por lo que si algo te impide avanzar, es el momento de dejarlo marchar. Así que… manos a la obra mi valiente!
Lo primero que debemos hacer es “Limpiar”. Hay que despejar el camino de cosas, personas o simplemente creencias, que te perjudican de lado y centrarse en uno mismo. Por eso, este es el primer paso y el que más cuesta, ya que nuestra tendencia es la de guardar “por si…” y nos cuesta ver lo que valemos y lo brillantes que podemos llegar a ser, así que nos conformamos con lo malo conocido, antes que con lo bueno por conocer. Una vez que hayas “limpiado” tu espacio, tendrás más claridad para empezar a moverte en la dirección correcta.
El segundo paso es identificar con total exactitud lo que quieres. En este otro post, te doy las claves para que sepas como definir tus objetivos con claridad. ¡Échale un vistazo! Para averiguar qué es lo que realmente deseas responde a estas 3 cuestiones básicas:
Tu misión es marcar una meta bien definida y que esté justificada, ya que si detrás de un deseo hay un propósito, será más fácil no perderte por el camino, ya que habrás encontrado tu motivación.
El tercer paso es trazar un plan de acción. Es decir, que cosas vas a hacer y en qué momento para alcanzar eso que tanto deseas. Aunque te parezca que ya lo has intentado todo y siempre acabes estrellándote contra una pared, recuerda una cosa... NO ES CIERTO. ¡Hay más opciones! Quizás no hayas buscado en el lugar correcto, o no hayas consultado con la persona adecuada, o simplemente no era el momento oportuno. Así que lo mejor es hacer una lista con todas las posibilidades que se te ocurran, gente a la que puedas recurrir y los medios a través de los que puedes obtener más información. Recuerda que Internet hoy en día es una fuente de información inagotable.
Una vez tengas tu lista, verás como todo parece más fácil. Ahora puedes empezar a mover el culo. Empieza poniendo límites a tus horarios de trabajo. Crea un planning con las acciones que vas a llevar a cabo y ¡hazlo! Fuera excusas. Crea tu plan de acción sin interrupciones. Parte de la ansiedad que te invade, suele ser a causa del exceso de estímulos externos que hacen que pierdas el rumbo y el tiempo. Vete a esa entrevista, llama a esa persona que te puede echar una mano, y dedica tiempo para ti. Si necesitas ayuda, sal ahí fuera y búscala. Te aseguro que no te vas a morir por pedirla. Según vayas cumpliendo con tus tareas, vete tachando cosas de tu lista, verás cómo tu ánimo, se sube por las nubes. Resumiendo:
Recuerda que ERES BRILLANTE… así que sal ahí fuera y haz lo que tengas que hacer. Si no sale bien a la primera, tranquil@, no te rindas. Encontrarás la manera de lograrlo, al igual que Thomas Edison, que nunca fracasó, solo descubrió 999 formas de cómo no se hacen las cosas, y una sola que le hizo brillar tanto o más que las estrellas.
Deja de hacer escapismo y empieza ¡YA!
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Nuria